Cuando tratamos se trata del peso corporal, las mujeres principalmente tendemos a tener una cierta obsesión con él, cuidamos nuestras calorías, checamos los alimentos que más nos favorecen, nos sentimos culpables cuando abusamos de consumir comida poco sana, en resumen tenemos pleito casado con el peso, pero creo que un porcentaje alto de la población que se pone a dieta o trata de comer lo más sano que puede (sean hombres o mujeres) no llegamos a los límites a las que muchas personas han puesto en riesgo su vida.
La loca obsesión de tener el menor peso posible llegando a los extremos de dañar a nuestro cuerpo, es cuando debemos de poner mucha atención, pues podemos estar cayendo en lo que se conoce como trastorno alimenticio, pero ¿qué es un trastorno alimenticio?
Un trastorno alimenticio es una enfermedad causada por la ansiedad y preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico relacionada con la alteración de los hábitos alimenticios comunes, la comida se vuelve el centro de la persona ocupando su mente todo el tiempo y causándole grandes confusiones y decisiones negativas en relación a ésta. Existen diferentes tipos de trastornos, pero lo más comunes son la anorexia y la bulimia, en este artículo nos centraremos más a la primera.
La anorexia es definida por la Real Academia Española como “la falta anormal de ganas de comer, dentro de un cuadro depresivo, por lo general en mujeres adolescentes, y que puede ser muy grave”, pero en mi opinión no es la definición correcta debido a que la anorexia se puede dar por otras causas que no es la depresión, si bien es una de las causas más famosas pero no es la única. La anorexia se presente generalmente cuando la persona que la padece carece de un autoestima alto, pero también hay causas fisiológicas como la gastritis.
Este trastorno se da a partir de bloquear la ingesta de alimentos para encontrar una perdida de peso de manera rápida, sobre todo aquellos alimentos que pertenecen a los grupos de los carbohidratos y de las grasas. Además de no comer, se puede dar mediante el exceso de laxantes o diuréticos. Como mencionamos existen diferentes tipos de anorexia, pero la más peligrosa y la más común es la nerviosa.
La anorexia nerviosa si se da a partir de un trastorno psicológica, pues la persona que sufre esta enfermedad tiene una imagen distorsionada de su cuerpo, es decir, se ven gordos aún cuando están más debajo del peso normal, otra de las características es que suelen rechazar a mantener el peso corporal dentro de los valores mínimos normales por el miedo a ganar el peso.
¿Cómo identificar si una persona tiene anorexia?
Evidentemente la característica más popular es cuando la persona está demasiado delgada, pero esta es cuando el trastorno está más avanzado. Existen otros síntomas que se dan como señales de que la persona está con riesgo de poder caer en la anorexia:
1) Si la persona tiene una postura negativa de mantener un peso corporal por encima del peso normal
2) Habla todo el tiempo de su miedo a subir de peso
3) En el caso de las mujeres si tienes ausencia de por lo menos 3 periodos seguidos, alerta
4) Abuso excesivo del ejercicio, laxantes, y de la falta de alimentos
5) La persona sufre de desmayos
6) Si la persona pasa periodos muy largos sin ingerir alimentos y se la pasa con dulces, tomando grandes cantidades de agua o café y/ o fuman mucho (el cigarro hace que se te vayan las ganas de comer)
El Tratamiento
La anorexia, al ser una enfermedad muy delicada debido a que la gente que lo tiene se encuentra en condiciones nada favorables, por lo que la primera etapa del tratamiento es corregir los hábitos alimenticios para ayudar a recuperar el peso corporal de los pacientes, pues debemos de bajar el riesgo de muerte.
Una vez que se está trabajando en eso, debemos de pasar a la siguiente etapa, el tratar desde el lado psicológico, pues a final de cuentas, la anorexia surge a partir de un desequilibrio emocional o psicológico. La terapia debe de estar basada en tres aspectos principalmente:
a) Detectar a detalle los síntomas por parte de los médicos, para así poder fijar el tratamiento y los criterios adecuados para el paciente
b) Coordinación entre el tratamiento médico y psicológico
c) El seguimiento una vez que se da de alta; aunque médicamente estén curadas y dadas de alta, deben de seguir yendo con el psicólogo, pues la incorporación a la vida cotidiana y a la sociedad no es tan sencillo y puede hacer que la paciente pueda tener un desequilibrio y pueda volver a caer.
Los tratamientos se pueden llevar a cabo sin la necesidad de internar, esto sólo se da en casos muy graves, como en caso de que la desnutrición esté en un punto muy crítico, cuando el ambiente familiar no es el adecuado para la recuperación y es mejor aislarlo, cuando los desórdenes psíquicos son muy fuertes y cuando los casos de anorexia ya son muy avanzados o que ya se combinen con bulimia.
La anorexia es algo que no está tan lejos de nosotras, y el grupo más propenso a tenerla está en los adolescentes, pero eso no nos exenta de poder caer en este trastorno, así que debemos de tener mucho cuidado de no caer en los extremos de la relación con el peso corporal, es mejor aprender a vivir con ello y tratar de equilibrar tus comidas y ejercicio a tratar ya con este tipo de cosas. Recuerda siempre que no hay nada más que te ame como a ti mismo.