Reduce el colesterol

Las enfermedades cardiovasculares al igual que el colesterol en la sangre y la diabetes son la nueva epidemia de este siglo. Finalmente después de varias décadas de haber perfeccionado los servicios de comida rápida y la industrialización y procesamiento de los alimentos parece que finalmente encontramos el costo de esta oferta del mercado que no es muy alentador para la salud.

La comida frita que es rica en grasas saturadas, así como los embutidos y las carnes rojas, colaboran enormemente para que se eleve el colesterol malo (No HDL) en la sangre y de esta manera se favorezca la tendencia a padecer  ateroesclerosis, hipertensión, infartos o embolias.
Cuando uno escucha la palabra colesterol inmediatamente piensa en “malo”, pero en realidad existen diferentes tipos de colesterol en la sangre. El colesterol HDL (high density lipoproteins) corresponde al colesterol bueno, mientras que las No HDL como VLDL, IDL, y  LDL corresponden al colesterol malo.

Las No HDL o colesterol malo poseen una gran cantidad de triglicéridos o grasa, viajan por la sangre y depositan los triglicéridos en el tejido graso, en el muscular y en las células.
Al tener un exceso de este colesterol, éste invade la pared de las arterias y se va acumulando formando una pared dentro de la arteria lo que dificulta cada vez más el tránsito de la sangre a través de la arteria porque se va haciendo más estrecha. Cuando este cúmulo de colesterol se oxida, se desprende y se le conoce como ateroma. Éste viaja junto con la sangre produciendo embolias o infartos.

Por otro lado está  el colesterol bueno o HDL. Éste remueve el exceso de grasa de las células incluyendo las células de las arterias y de este modo contribuye a disminuir el riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y obesidad.

Alimentos como la soya y el vino pueden ayudar a aumentar los niveles de HDL y de este modo disminuir los de No HDL. Los aceites vegetales contienen grasas insaturadas que siempre y cuando no se frían también contribuyen a la disminución del colesterol malo (No HDL). Es por eso que las ensaladas son una muy buena opción alimentaria ya que los aderezos que empleamos contienen grasas de origen vegetal. Es importante recalcar que aún cuando los aceites vegetales contengan grasas insaturadas siguen teniendo el mismo aporte calórico de 9 kcal por gramo al igual que las demás grasas por lo que un exceso en el uso de éstas contribuye de la misma manera al sobrepeso y la obesidad.

Por último también es importante recalcar que para evitar la oxidación del colesterol malo, que hasta la fecha hemos acumulado en la pared de nuestras arterias, es necesario consumir fuentes de antioxidantes como las frutas y verduras. Específicamente las de color rojo naranja como las uvas, manzanas, pimientos y zanahorias; ayudarán a evitar formación de ateromas y complicaciones como infartos o embolias.

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