Los refrescos están hechos a base de azúcar así que consumiéndolos en grandes cantidades aumentamos el riesgo de padecer obesidad y diabetes.
Debido a su contenido de caramelo (producido con amoníaco) se le da color y sabor a éstas bebidas; y a raíz de esto podemos sufrir una deficiencia de vitamina B6. Una forma de encontrar esta vitamina es en el germen y salvado de trigo, legumbres y frutos secos; es importante ingerirla ya que se encarga de metabolizar algunos hidratos de carbono y proteínas, así que una deficiencia de ella tiene repercusiones en muchas funciones de nuestro cuerpo.
Los refrescos contienen ácido fosfórico, utilizado para prolongar su tiempo de conservación, el problema con éste es que en exceso no le permite a nuestro cuerpo la correcta absorción de calcio causando problemas óseos. Aunado a esto también tiene otros efectos, ya que al estar combinando con azucares refinadas no permite la eficiente absorción de hierro, ocasionando problemas de salud como la anemia o el daño eventual de nuestra dentadura.
Cuando te tomas un refresco, la cantidad de azúcar que entra a tu organismo es muy grande, así que la mayor parte de ésta se deposita en forma de grasa.
Uno de los componentes del refresco, es el agua carbonatada que si la consumimos en exceso puede ocasionar cálculos renales.
En cuanto a la cafeína que contiene el refresco, también tiene innumerables daños a la salud ya que cuando se consume en grandes cantidades puede ocasionar insomnio, fatiga, taquicardia y ansiedad.
Tal vez nosotros sólo consumimos refrescos light pensando que estos son más saludables pero muchos de los endulzantes artificiales que tienen, pueden provocar serios problemas de salud como tumores o daños a células, teniendo consecuencias irreversibles.
Los refrescos son una bebida que agrada a la mayoría de la gente, los niños, por ejemplo, cada vez se acostumbran más a beber bebidas gaseosas. No se trata de que eliminemos estas bebidas de nuestra dieta para siempre, simplemente que conozcamos los riesgos que corremos al consumirlo en exceso.
Siempre podremos encontrar muchas formas de saciar nuestra sed con otras bebidas como jugos, agua simple o de sabor…es cuestión de querer cambiar nuestra forma de hidratación.
Evitemos consumir refresco en exceso.